lunes, 26 de enero de 2009

Petición III

Estando en Chapingo emprendí la verdadera soledad, no la de no tener a nadie a tu lado, sino la de no sabe quien eres, la de creer que eres alguien por vivir con tus padres.

La soledad de no tener a nadie me hizo cometer el error de andar con alguien por sentirte acompañado, me di cuenta de mi error cuando sentí que era persona no me llenaba y yo no llenaba a esa persona, además cuando ella me quiso usar como venganza por su ex novio las cosas se torcieron, por lo menos para mi.

Otro de los errores que cometí en el ámbito amoroso fue confundir el cariño con amor, pues anduve con una niña de 16 años por cariño, no por amor. Fue bello, pero doloroso darme cuenta de que a ambos nos faltaba madurar.

Estando allá madure de muchas formas, algunas ya las mencione atiba, otras las mencionare a continuación: madure al darme cuenta de que los "amigos" no son los que están contigo, sino los que te dicen en que te estas equivocando, lamentablemente de estos últimos me faltaron demasiado.

En Chapingo vi muchas cosas que otros quisieran no ver jamas, una de ellas fue la dolorosa situación del campo mexicano, de los que tienen que trabajar 16 horas diarias para poder sobrevivir, estando allá comprendí mejor al bogavante que me visita.

Pues ese bogavante es mi padre, entendí porque muchas veces me decía lo que me decía. Comprendí mejor que para poder vivir en este mundo el dinero es importante, pero no lo único, lo mejor para poder vivir bien en este mundo es el AMOR, pero uno verdadero y no ilusiones del mismo.

DE esto me di cuenta cuando me preste para olvidar a alguien, en el transcurso de ese trato perdí la noción de lo que hacia y volví a cometer el error de mantener una relación por costumbre, no por amor.

Pero lo principal que aprendí en mi estancia allá fue que tipo de Hombre soy, uno que decidió vivir con única guia el Honor, que daría todo por un amor verdadero y duradero, que daría mi vida por esa persona.

Puedo decir sin temor a equivocarme que en Chapingo me hice hombre, que me forjé a mi mismo, que entendí que para poder ser un hombre completo debo trabajar toda mi vida, que por doloroso que sea no puedo dejar que eso se pierda.

Y justamente lo perdí todo por un simple y llano error, que me llevo de nuevo la vorágine de tener que hacerme de nuevo, no me refiero en el sentido físico, sino en el moral y espiritual.

Pues por no tener la mesura de saber con quien discutir empezó la cuesta abajo de mi estancia allá. Lo anterior es porque una maestra y yo nos gritamos en pleno salón y perdí la escuela, tratando de quedarme allá, por miedo a regresar a Querétaro, decidí ponerme a trabajar en un panteón, que me enseño lo que es la vida y la muerte y nuestra propia fugacidad.

Estando trabajando me metí en un problema legal y judicial por mi propia estupidez, perdí el trabajo, a muchos de mis amigos, pero lo más importante fue que me perdí a mi mismo, eso fue lo más doloroso.

En mi siguiente escrito relatare lo que me paso al regreso a Querétaro, con cariño El Loco.

3 comentarios:

La Guera Rodríguez dijo...

Perdiste la escuela por gritarle a una maestra?...fue taaan grave..?

sabes...me has dejado un nudo en la garganta...asi que mejor callo y sigo leyendo...

Abrazo...

Diana

Bogador y caminante dijo...

¡Chin! ... ahora ya saben quién soy.

¡Qué bueno! ... y, seguiré leyendo.

Lady Royale dijo...

HOLAAA GRACIAS POR EL COMENT AQUI ESTAREMOS LEYENDOTE
BESOS