miércoles, 26 de noviembre de 2008

Libros...

Platicaba con unos compañeros de nosocomio que pocas cosas más impresionantes que poder acariciar un libro príncipe, un incunable o un ejemplar catalogado como "único". Como bibliopata ciertamente es muy impresionante, ha pasado tiempo desde eso y aun no puedo encontrar las palabras para tratar de describirlo.

Lo más cerca que se puede estar es acariciar la piel de la persona que amas o poderte reflejar en sus ojos (y para mi es más emocionante esto último).

Solo me duele que esa sensación quede en mi recuerdo y no la pueda transmitir, espero poder hacerlo algún día, con cariño El Triste Loco.

3 comentarios:

Anajarate (Gertru Vargas) dijo...

A veces daríamos todo por un milímetro de esa deseada piel, por un segundo de su roce en la nuestra, por un instante del reflejo de esos ojos.... y sabemos que llegue o no, quedará ese milímetro, ese segundo, ese instante para siempre en lo más bueno y escondido de nuestro ser

Un beso Triste Loco
Te sigo

Botica Pop dijo...

¿Porqué te duele no poder transmitirlo?. Hay que saber atesorar las cosas valiosas, saberlas guardar en la memoria.

Bogador y caminante dijo...

A mí, más que tocar el libro, olerlo, sentirlo, lo que me agrada es saber lo que dicen sus letras. Que quieres: mi sistema nervioso central es muy tosco.

Un gran abrazo.